"Cuando el destino nos alcance" o "Soylent Green", su título en ingles, es una película de ciencia ficción que se filmó en el año 1973 y fue dirigida por Richard Fleischer. En ella se representa una ciudad de Nueva York ambientada en el futuro año de 2022, en crisis y con una gran escases de alimentos debido al agotamiento de los recursos naturales, la degradación ambiental extrema y la sobrepoblación.
El titulo de la película me da pie para una reflexión que me preocupa. Creo que ya nos alcanzo el destino, como sociedad y como nación. Ahora, en medio de una gran crisis económica, social y de seguridad, no encontramos la salida. Todos los que en su momento podrían haber significado la diferencia, sean políticos, empresarios, intelectuales, lideres, se han quedado sin argumentos, ya todos los discursos suenan huecos, vacios de propuestas y francamente mediocres. La globalización nos alcanzó y nos rebasó hace ya rato. No quisimos ver ni prepararnos para la competencia que se avecinaba. Nos entregamos a la habitual practica nuestra de vernos el ombligo y no pensar y actuar de cara al futuro. El golpe de timón que algunos políticos reclaman ahora debió ocurrir hace 15 o 20 años, cuando se preparaba el país para el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá. Ahí, en esos años, nos estábamos asociando a la mayor economía del mundo y eso representaba, aparte de beneficios, grandes retos y responsabilidades que a la larga no supimos asumir. Como siempre, salimos con nuestro tradicional "ahí más adelante", "falta mucho tiempo", "para que cambiar si así estamos bien".
Países como Brasil y Chile que ahora son economías en franco crecimiento, supieron apostarle al futuro mientras nosotros durante todo este tiempo nos hemos preocupado más en la escasa fortuna que ha tenido nuestra selección nacional de futbol (el Trí) en los campeonatos mundiales y en las desafortunadas aventuras de nuestros artistas, políticos y deportistas. Como dijo hace poco un escritor del cual no recuerdo su nombre, México esta "pasmado". Estamos en un estado de inmovilidad que nos ha dejado sin respuestas y sin rumbo y lo peor es que esta situación parece que es de largo plazo. Los tres niveles de gobierno se han quedado sin recursos. Las empresas y toda la economía en general está quebrada. Por fin nuestra dejadez, corrupción y falta de responsabilidad nos va a cobrar factura.
Asumiendo una actitud más optimista, después de repasar este panorama deprimente, diría que en estas épocas de tribulación es cuando más se necesitan liderazgos creativos y reales. Se necesita gente comprometida con un cambio profundo para generar riqueza y bienestar. "la necesidad es la madre de la invención". Debemos plantearnos una "Visión de futuro" que nos de esperanza y certidumbre y empeñar todo nuestro esfuerzo en alcanzarla. Tenemos que empezar a trabajar ya cada uno en lo individual para que nuestros hijos y nietos puedan aspirar a un mejor mañana.
Imagen: poster de la película "Cuando el destino nos alcance"