viernes, 21 de agosto de 2009

Hacia una Mini-Teoria del Urbanismo en la Comarca Lagunera (4)



La Ciudad Reusable.


El enfoque de la Ciudad Reusable completa la trilogía de modelos de ciudad; de guías para orientar el desarrollo urbano en nuestra región. Según Sir Richard Rogers en su libro "Ciudades para un pequeño planeta", "….las propias ciudades deben concebirse como sistemas ecológicos y es esta actitud la que debe dirigir nuestro enfoque para planificarlas y gestionar la explotación de sus recursos." En este sentido es importante observar que tipo de "Metabolismo" tiene la ciudad en relación con la gestión de sus recursos.


Las ciudades de metabolismo "lineal" consumen y contaminan en grandes proporciones. Las ciudades de metabolismo "circular" minorizan las materias primas nuevas y acrecientan al máximo el reciclaje. El proceso lineal establece la cadena de adquisición de energía (obtenida de recursos no renovables como el carbón o el petróleo), materias primas o productos, su uso y consumo y su disposición final como residuos, los cuales pueden ser orgánicos, inorgánicos y emisiones a la atmosfera. En las ciudades con metabolismo circular la energía proviene en gran parte de energías renovables y las materias primas en parte son producto de reciclado, a su vez, los residuos originados son regresados al proceso por medio del reuso o el reciclado lo que minimiza al máximo la contaminación al medio ambiente.


En la Ciudad Reusable debemos considerar a nuestro entorno construido como susceptible de reuso, en lugar de pensar como primera opción en demoler para construir. Al volver a utilizar nuestros edificios dotándolos de nuevos usos y actividades, evitamos extender la ciudad con nuevos desarrollos lo que nos acerca al modelo de la Ciudad Compacta y al mismo tiempo minimizamos la generación de residuos vía escombros los cuales inevitablemente van a parar a la periferia de nuestras ciudades contaminando principalmente el medio rural. Para entender este enfoque hay que considerar que todo nuestro entorno construido llámese edificios, vialidades, vegetación, infraestructuras, etc. Son en realidad fuertes inversiones en recursos, tiempo y dinero que no se pueden eliminar sin antes evaluar detenidamente el costo beneficio de su remplazo.


Tomemos por ejemplo el caso de la remoción sistemática de vegetación y en especial de los arboles en nuestra región. Si nos detuviéramos a pensar lo que realmente vale un árbol en términos de cuidado y mantenimiento durante años, los cientos de litros de agua que se requieren, el tiempo destinado en podarlos y en retirar las hojas secas cada Otoño, así como el hecho de que los arboles son los principales aportadores de oxigeno y nuestra mayor defensa contra la contaminación atmosférica, nos daríamos cuenta del gran daño que hacemos y nos hacemos al derribar un árbol. Lo mismo pasa con nuestros edificios y en especial con los mas antiguos. No nos detenemos a pensar que en ellos está depositada la memoria histórica y la identidad de nuestra ciudad y nuestra gente. Los edificios son el escenario de los acontecimientos de una ciudad a través del tiempo y representan lo que somos y nuestra cultura. Conservar un edificio histórico es respetar el pasado de nuestra ciudad y asegurarlo para las generaciones venideras, esta es una autentica actitud sustentable.


Imagen: Centro Historico de Santiago de Chile.

domingo, 9 de agosto de 2009

Hacia una Mini-Teoría del Urbanismo en la Comarca Lagunera (3)

La Ciudad Compacta:


La dispersión de la mancha urbana es un fenómeno con el cual hemos convivido durante varios años. Muchos creen que es un signo positivo del crecimiento de la ciudad. Expansión significa desarrollo, significa "modernidad". Que se construyan nuevos desarrollos habitacionales ocupando tierras que antes fueron agrícolas puede significar que nuestra ciudad esta "creciendo" pero, a qué precio?

Realmente nos hemos puesto a reflexionar cuanto nos cuesta (a todos) la expansión de la ciudad? cada nuevo desarrollo requiere necesariamente la infraestructura de servicios públicos para poder operar. Redes de agua potable y alcantarillado, redes de suministro de energía eléctrica, telefonía, televisión por cable, vialidades, servicio de transporte público, suministro y abasto de mercancías y una infinidad de servicios y bienes sin contar con la necesaria presencia de la seguridad pública y los servicios de emergencias. Muchos de estos servicios están subsidiados en mayor o menor grado. Además, todas estas infraestructuras deben tener adecuado mantenimiento y reparación.

Para empeorar las cosas, el desarrollador o el inversionista, busca obviamente, terrenos baratos para optimizar el rendimiento de su inversión y estos terrenos se encuentran necesariamente fuera de la mancha urbana, es decir, desconectados de la ciudad. y no solo estamos hablando de desarrollos de vivienda, también hablamos de instituciones públicas que ubican sus nuevos edificios en la periferia así como escuelas y universidades tanto públicas como privadas que, presionan también por la obtención de servicios una vez instaladas.

Quien paga todo esto? La respuesta es obvia, en gran medida, nosotros con nuestros impuestos. Este modelo de desarrollo "insostenible" y caro solo es posible por los enormes recursos que se destinan a los servicios públicos en detrimento de otros rubros que también requieren atención. Esta es una de las causas por las que nuestras ciudades no cuentan con equipamientos urbanos de calidad como bibliotecas, clínicas, escuelas, parques, museos, etc.

Si este es un modelo de desarrollo "insostenible", cual es el modelo correcto? Pues el que tiende a evitar la expansión………la "Ciudad Compacta".

El modelo de Ciudad Compacta es el que busca el máximo rendimiento de su infraestructura de servicios al densificar las áreas ya urbanizadas. El fenómeno de la "dispersión" de la ciudad o "sprawl" como se le conoce en ingles, provoca que del centro a la periferia se vayan dejando un sin número de lotes baldíos y edificios desocupados, así como el deterioro progresivo de grandes extensiones de la ciudad en especial de los Centros Históricos. Esto se debe a que las nuevas inversiones tanto públicas como privadas buscan terrenos más económicos en comparación a los disponibles en los centros urbanos.

La Ciudad Compacta es complementaria a la Ciudad Peatonal ya que al concentrar las actividades se incentivan los desplazamientos cortos a pie o en bicicleta y el transporte público tiende a ser más eficiente al plantear rutas y recorridos más cortos. Así mismo, este modelo nos permite voltear la mirada hacia los edificios existentes y en desuso para descubrir su potencial y la posibilidad de darles una vida útil.

La Ciudad Compacta no solo promueve la concentración de los edificios sino también la concentración de las personas y las actividades. Este fenómeno mejora la convivencia y la calidad de vida de las ciudades.

Al compactar la ciudad además de ocupar baldíos ociosos, podemos reutilizar los edificios ya existentes y en consecuencia se reduce la necesidad de construir nuevos edificios, y esto redunda en menor acumulación de desperdicios que van a parar a la periferia de nuestra ciudad. Este mismo fenómeno incide en la rehabilitación de espacios y áreas que de otra manera permanecen en total abandono y mejora la habitabilidad de barrios enteros.

Por último, la forma compacta de la ciudad es la que más se adapta a la ubicación y clima de nuestra región. Así es como en el Medio Oriente las ciudades se protegen del clima hostil.

Imagen: Plaza de Mayo, Buenos Aires, Argentina.

martes, 4 de agosto de 2009

Hacia una Mini-Teoría del Urbanismo en la Comarca Lagunera (2)



La Ciudad Peatonal:

Imaginemos que podemos replantearnos la ciudad en base a un solo concepto general. Imaginemos que ese concepto tiene la capacidad de transformar el modo en que vivimos la ciudad. Y también imaginemos que este "milagroso" concepto mejora sustancialmente nuestra calidad de vida.

Una Utopía? Tal vez, pero hasta ahora la planeación vigente no aporta soluciones a los problemas urbanos mas allá de dictar algunos lineamientos que nadie respeta.

Imaginemos por un momento a la ciudad como la "Ciudad Peatonal", que el principio rector en el desarrollo urbano sea el "Peatón". Que todas las actividades y proyectos se tengan que re-diseñar principalmente en función del peatón; transporte, vialidad, usos del suelo, equipamiento, reglamentación, etc. Todo para proveer al Ciudadano de a pie los mayores beneficios en función de sus requerimientos de movilidad urbana. Y no me refiero solo al individuo sano y en plenitud de sus facultades sino a todos los individuos de la sociedad. "Accesibilidad Total" seria el termino para definir esta condición.

Cuales serian las consecuencias de todo esto? En primer lugar, tendríamos una ciudad menos contaminada, más sustentable en función del menor consumo de combustibles. Todas las distancias se tendrían que ajustar a escala peatonal. Recorridos de las casas a los sitios de trabajo o abasto, recorridos a las paradas de transporte público y todo esto con la mayor seguridad y comodidad tanto de día como de noche, lo que significa banquetas cómodas, amplias y sin obstáculos, con gran profusión de vegetación y sombra por nuestra situación geográfica y clima. Distancias a escala humana; 10 minutos a 3 kmxhora, máximo 500 mts. Barrios a escala humana, 5 manzanas máximo a los lugares de abastecimiento, educación o recreación. Barrios con inclusión de usos mixtos en su centro, edificios que combinen habitación, comercio y servicios. Parques y jardines a la misma distancia.

La Ciudad Peatonal requiere considerar que el desarrollo urbano ya no puede ser disperso sino que debe tender a la densificación de lo ya urbanizado. La compactación de la ciudad seria un tema afín. En la ciudad peatonal, el automóvil pasa a segundo o tercer plano como medio de transporte, teniendo al peatonal (o bicicleta en su caso) en primer lugar y a su complemento en largas distancias que es el transporte público.

Utopía? Quizá……..! pero realizable. Necesitamos un cambio de paradigmas, un cambio creativo en la manera en que vemos la realidad.

Imagen: Centro Histórico, Montevideo, Uruguay.

Hacia una Mini-Teoría del Urbanismo en la Comarca Lagunera

El Diagnostico:

Como empezar, por donde? Que es lo más importante, que es lo urgente? Que conviene?

Parece que navegamos sin rumbo hacia un desarrollo urbano caótico y destructivo. Estamos depredando y acabando con los escasos recursos a nuestro alrededor. Aparentemente nadie tiene una idea convincente que aglutine voluntades, nadie toma el liderazgo de una manera seria…..nadie tiene la solución a nuestros problemas.

Mientras tanto nos acercamos a pasos acelerados a la inviabilidad de la metrópoli por falta de agua y ningún proyecto serio o realmente drástico es tomado en cuenta. No reciclamos el agua, la desperdiciamos en un sistema de tuberías caduco e ineficiente, la usamos de manera por demás contradictorias como en nuestros despilfarradores sistemas de enfriamiento evaporatívo. Nadie sabe o lo callan sobre el estado de los niveles en los mantos acuíferos y para cuánto tiempo van a alcanzar. No hay ninguna campaña de racionamiento o incentivos para el mejor uso del recurso hídrico.

La masa vegetal de nuestras ciudades disminuye año con año por efecto de la tala indiscriminada de árboles en todos los rincones. Asombra que el principal depredador son las autoridades municipales que en lugar de vigilar por su conservación los arrasan por cualquier pretexto. Mientras tanto el clima de la región cada vez se deteriora y las temperaturas anuales suben año con año.

Nuestros Centros Históricos en el más completo abandono, y me refiero en el caso de Torreón, a todo el centro y no al área que escogió el municipio para destinarle todos los recursos con devastadores resultados. Y ni hablar del centro urbano, de la Colon hacia el oriente.

Afortunadamente estamos en el desierto donde las cosas se deterioran más lentamente y por efectos de la alta radiación del sol empiezan por decolorarse. Porque en realidad creo que nuestra metrópoli ya se está decolorando. Ya no hay mantenimiento y lo que si hay es abandono. Las calles lucen deslucidas, las pocas áreas verdes están en situación precaria o de plano sin vida y en el futuro inmediato no se vislumbra ningún cambio.

En el inicio del segundo milenio y cuando en muchas partes del mundo se habla de economía global, cambio climático y desarrollo sustentable, aquí vagamos en el desierto, como nómadas sin rumbo y con muy pocas esperanzas.

Ya es momento de reflexionar acerca de nuestra situación. Ya basta de esfuerzos inconexos y estériles, ya basta de planes de corto plazo y pobres resultados, ya tenemos suficiente de proyectos mediocres y a la larga destructivos. Solo miramos el árbol frente a nosotros y no el gran bosque de posibilidades que existe más allá.

Época de crisis es época de oportunidades.